Consejos para comprar bombillas por internet
Desde septiembre de 2012, la UE prohibió la venta de bombillas incandescentes por ser poco eficientes en comparación con las ya conocidas bombillas LED. Existe una importante evolución tras la preocupación por el medio ambiente, las bombillas LED carecen de mercurio y la emisión de Co2 es mínima en comparación con las bombillas incandescentes.
Los tonos cálidos dan una luz más suave y son adecuados para salones o habitaciones, mientras que los tonos más fríos dan una luz blanca intensa y están indicados para garajes o lugares de trabajo que necesiten mucha iluminación.
Tipos de Bombillas:
· Bombillas incandescentes: Como has leído más arriba ya no se permite su venta en la UE desde 2012, uno de los motivos es su baja eficiencia energética. La luz se genera tras calentar el filamento, por lo que alcanzan mucha temperatura, y parte de la energía se desaprovecha en calor (no en luz). Nada más encenderse ya aportan toda la luz que pueden proporcionar, es una luz de tonos cálidos por su elevada temperatura. Su vida útil es muy corta.
· Bombillas halógenas: Se trata de pequeños focos de mucha potencia. Tienen un rendimiento ligeramente mejor que el de las bombillas incandescentes al igual que su vida útil. Son bombillas que desde el encendido ya aportan toda la luz posible, iluminando de manera inmediata. Producen una luz ligeramente amarillenta.
·Tubos fluorescentes: Son bastante más eficientes que las bombillas tradicionales, debido a su composición de gases y sales. Consumen hasta un 80% menos que una bombilla incandescente, aportando la misma cantidad de luz. La vida útil de un tubo puede variar según del tipo que sea y donde esté montado, normalmente dura entre 6 y 20 veces más que las lámparas incandescentes. Desde el encendido pueden tardar algo en dar su máxima potencia de luz. No se recomienda poner este tipo de lámparas en lugares donde se encienda y se apague continuamente la luz, porque se puede acortar su vida útil y además no responden con la rapidez necesaria. En cuanto al tono de luz, en el mercado puedes encontrar tanto tubos de luz cálida como luz fría.
· Bombillas fluorescentes o bombillas flúocompactas: Son conocidas como las bombillas de bajo consumo. En general es el mismo concepto que los tubos fluorescentes pero en formato de bombilla, con lo cual tienen las mismas características. Su vida útil será menor al de los tubos, pero entre 3 y 8 veces más que la vida útil de una lámpara tradicional.
· Bombillas LED (Light Emitting Diode): Las bombillas LED son conocidas por sus ventajas (y también por su precio), pero su vida útil es realmente larga y al final merece la pena pagar la diferencia. Estas bombillas tienen más brillo que las tradicionales y la luz se dispersa más homogéneamente debido al gran número de pequeños LEDs que la conforman. Su vida útil supera con creces a cualquier bombilla del mercado, estamos hablando de unas 50.000 horas de uso, 50 veces más que una bombilla incandescente. Son las más eficientes y ecológicas, emiten menos CO2 a la atmósfera y no contienen mercurio ni tungsteno. Además de que tienen un rápido encendido que las hace perfectas para todo tipo de usos.
· Tubos LED: Son el mismo concepto que las bombillas LED pero en formato tubo. Están pensados para mejorar el rendimiento energético y la eficiencia en los sitios dónde estaban instalados los tubos fluorescentes.
A tener en cuenta:
· La potencia (W): La potencia en vatios (W) indica realmente lo que consume de energía cada bombilla. A más potencia (W) más consumo energético, pero no significa que una bombilla con muchos potencia (W) ilumine más, la cantidad de luz viene dada por los lúmenes.
· El factor de potencia (PF): Es lo que menos analizamos cuando compramos una bombilla y tal vez sea lo más importante. El factor de potencia FP hace referencia a la eficiencia energética de cada bombilla.
· El flujo luminoso o lúmenes (Lm): La potencia de una bombilla en lúmenes (Lm) nos indica qué cantidad de luz emite una bombilla. Las bombillas LED consumen menos vatios para emitir más lúmenes, lo que supone un gran ahorro de energía.
· El ángulo de luz (N.º): Tener en cuenta el ángulo de luz implica decidir sobre el tipo de luz que quieres en cada situación. Es una cuestión según te interese una luz focal o ambiental: Ángulo inferior a 40º conseguirá un efecto “foco”, y ángulo de 120º o más, la luz se dispersa e ilumina todo un ambiente.
· La temperatura (ºK): La temperatura de la luz viene dada por los grados Kelvin (K) de cada bombilla. Según los grados K podemos tener un tono de luz más cálido o más frío.
· El índice cromático (CRI o Ra): Indica la calidad de la luz emitida por una bombilla y su fiabilidad en relación a la luz natural.
Tipos de Casquillos (los más comunes):
· Casquillo E27: Más conocido como el gordo.
· Casquillo E14: Más conocido como el delgado.
· Casquillo GU10: Se utiliza en focos sin transformador y se instala con clemas, normalmente en focos empotrables y rieles.
· Casquillo GU 5.3: Se utiliza en focos con transformador, se instala también con clemas y a presión.
· Casquillo R7S: Se utiliza en lámparas de pie y proyectores de exterior.
· Casquillo G9: Se utiliza para lámparas de colgar, apliques y plafones.
· Casquillo G4: Se utiliza para iluminarias integradas al techo o pared, tal como apliques, plafones o lámparas de colgar.
· Casquillo G24: Se utiliza en iluminarias empotradas o downlight.
Todos estos factores son importantes, pero también es importante tener en cuenta la calificación energética (A, A++…) cuanto mayor calificación, más nos aseguramos de que se trata de un producto que cumple los criterios técnicos en cuanto al respeto medioambiental.
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