Recibe el nombre de mini PC cualquier dispositivo con la capacidad de ejecutar un sistema operativo sin necesidad de emplear otros componentes (sin incluir los periféricos). En otras palabras, es un ordenador de sobremesa de pequeño tamaño. Un mini PC se sirve listo para usar. 

Respecto a sus utilidades, lo habitual es que estos ordenadores se adapten muy bien a la navegación por Internet, a los programas de ofimática, a la revisión del correo electrónico y poder jugar a algunos juegos. Además, podrás ver cualquier contenido y almacenar la información que prefieras. Y todo con la ventaja de poder llevarte tu PC en una mochila e instalarlo en cualquier monitor o televisor mediante un cable HDMI.

Opciones

· Android: Los pequeños PC con Android se utilizan como tu teléfono móvil y admiten todas las aplicaciones de Google Play. La amplia oferta de aplicaciones te permite hacer prácticamente de todo.

· Linux: Si no conoces este sistema operativo, te llevará algún tiempo adaptarte. Su estabilidad y adaptabilidad a programas de ofimática son solo dos de sus ventajas.

· MacOS o Windows: Podrás trabajar como lo haces ya con tu ordenador de mayor tamaño.

Capacidad de almacenamiento

Es fundamental para que no tengas que conectar un disco duro externo o usar memorias USB para guardar lo que necesites: 

· HDD: Su coste es bajo y su espacio de almacenamiento es muy recomendable.

· SSD: Es más veloz que la alternativa anterior, pero también más caro.

· eMMC: Son económicos, apenas consumen energía y, desgraciadamente, son más limitados y lentos. Se instalan habitualmente en los mini PC tipo stick o similares.

Conexiones

Cuantas más mejor. Un puerto USB, uno HDMI y otro de Ethernet son básicos. El resto dependerá de tus necesidades específicas y de los periféricos que vayas a conectar a la unidad.

Un mini PC no deja de ser un ordenador de sobremesa que se ha comprimido de tal manera que nos cabe prácticamente en un bolsillo en la mayor parte de los casos. Es por esto que los componentes son perfectamente extraíbles y se pueden cambiar por otros.

Hoy en día los portátiles nos facilitan mucho esta clase de tareas, ya que antaño eran muy complicados de cambiar, debiendo extraer casi todas sus piezas en algunas ocasiones para realizar un simple cambio. 

La caja de un mini PC está pensado para que esta tarea sea sencilla, aunque siempre con las limitaciones del tamaño.

Teniendo en cuenta que el principal motivo por el que existen los mini PC se basan en el uso que vayamos a darle, lo cierto es que hay muchas posibilidades, aunque se suelen reducir a dos: mini PC y micro PC.

Al igual que puede ocurrir con un portátil, la miniaturización de los componentes de un ordenador conlleva un gasto extra que hay que tener muy en cuenta. 

¿Por qué una mini PC en lugar de un portátil?

Gracias a su reducido tamaño, el uso de un Mini PC está especialmente indicado para un monitor muy grande o un televisor. Además, puedes conectar un teclado USB bueno y económico. Así podrás conseguir un monitor y un teclado de gran calidad que podrán durar más que un ordenador portátil barato, además de ser mucho más agradables de usar.

Además, los mini PC también se pueden usar como descodificadores y se pueden montar en la parte posterior de un televisor. Por lo tanto, únicamente deberás conectar un ratón y un teclado Bluetooth, o un teclado con trackpad incorporado, y estarás listo para trabajar desde tu televisor o monitor. Ahora que ya conoces las diferentes opciones y para que sirve te toca elegir a ti el que más se ajuste a tus preferencias.

Tal y como sucede en los portátiles, la falta de espacio en el interior de esos mini PC provoca que la disipación del calor sea insuficiente. 

Ventajas de un mini PC si lo comparamos con un ordenador convencional

En muchas circunstancias no tenemos la posibilidad de utilizar un ordenador convencional, y en estos casos los mini PC se posicionan como una alternativa a estos ordenadores. ¿Los motivos? Permiten ahorrar espacio en tu mesa manteniendo la conectividad y los servicios que puedes necesitar, pero sin invertir una gran cantidad de dinero.

La economía en el espacio convierte a los mini PC en una solución para puestos de ofimática, como en atención al cliente o recepción de una pequeña empresa, ordenadores para el departamento de administración e incluso para uso personal como un ordenador para navegar, revisar el correo o editar documentos.

Por ese motivo, los principales fabricantes cuentan con al menos un mini PC en sus catálogos profesionales, dado que es una opción económica para habilitar un puesto de producción ofimática o como cliente conectado a un servidor.

En su haber encontramos conectores USB de tipo A, USB de tipo C para conectarle todo tipo de accesorios; puertos HDMI o DisplayPort para conectar monitores externos, Smart TV o proyectores; conexión Lan Gigabit para lograr conexiones mucho más fluidas; e incluso conectores de audio digital o jack de 3,5 mm para audio.

En el apartado inalámbrico, tampoco se echan de menos conexiones WiFi ac y Bluetooth, lo cual convierten a los mini PC en un completo HUB al que poder conectar todo tipo de dispositivos, con la versatilidad que ello conlleva.

El problema más evidente llega a la hora de ampliar las prestaciones gráficas del equipo, en el que será imposible añadir una tarjeta gráfica convencional por falta de espacio, algo que resulta realmente sencillo en un ordenador convencional sin restricciones de tamaño.

En PCWebShop te hemos acercado esta semana a conocer que es un mini PC.

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