Al igual que ocurre con el resto de componentes, hay varios elementos que siempre debemos tener presentes a la hora de tratar de hacernos con un procesador de nueva generación. El número de núcleos, la velocidad de los mismos y la compatibilidad las nuevas arquitecturas son algunos de los aspectos a considerar. 

La duda de siempre: Intel o AMD

La principal duda que siempre ha existido a la hora de escoger un nuevo procesador consiste en la marca que queremos escoger para nuestro PC. Durante mucho tiempo, Intel ha dominado el sector de los procesadores, logrando una ventaja muy considerable respecto a lo que ofrecía AMD. Sin embargo, desde que la compañía surcoreana lanzó la familia Ryzen, la diferencia se ha reducido considerablemente.

De hecho, hace unos años, lo más común al preguntarnos por un procesador era recomendar los últimos modelos de AMD, debido a la gran relación calidad-precio que ofrecían dichos dispositivos. 

A nivel de potencia ambas compañías se encuentran muy parejas, especialmente después del lanzamiento de la gama 3D de los procesadores de AMD. Por tanto, sea cual sea la opción que escojamos, os podemos asegurar que los nuevos procesadores de una y otra compañía son ideales para poder mover sin ningún tipo de dificultad los juegos más actuales del mercado.

Los procesadores más económicos suelen ser buenos para un uso ofimático, incluso para un PC para juegos/gaming acompañados de una tarjeta gráfica económica. Si eres un usuario más avanzado, necesitarás un procesador más potente y caro, sobre todo si haces diseño gráfico, computación o te gusta jugar a la máxima calidad posible a 4K en juegos muy exigentes, o se quiera jugar a una alta tasa de refresco de 144 Hz, por ejemplo.

Es conveniente tener claro que la potencia de los procesadores no depende únicamente de aspectos como la frecuencia base y turbo que tengan. La arquitectura interna con la que esté creados es lo que más influye, por encima de las frecuencias, con parámetros como la cantidad de memoria caché que incluyan o el número de instrucciones máquina que pueden ejecutar simultáneamente como aspectos importantes. Por eso es conveniente consultar las gráficas de rendimiento y los análisis de los procesadores para hacerse una buena idea de su potencia.

Los procesadores van insertados en placas base, y por eso tendrás que comprobar qué placa base es la que usa el que hayas escogido.

En PCWebShop te hemos acercado esta semana al mundo de los procesadores

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